7 secretos sobre Computación que necesitas saber

Queramos o no, la llamemos así o no, la Computación es una parte integral de nuestras vidas. La tenemos hasta en la sopa. En cualquier momento, mientras trabajas, estudias, corres con música o ves alguna serie de Netflix, estás usando la Computación. Sin embargo, hay muchos aspectos fascinantes de este campo que a menudo pasan desapercibidos. Aquí te presento siete secretos sobre Computación sorprendentes que probablemente aún no sabes y, créeme, necesitas conocerlos.

1. El primer «bug» informático fue realmente un insecto

Cuando hablamos de secretos de Computación, los «bugs» están en primer lugar. En la informática, nos referimos a errores o fallos en los programas. Pero, ¿sabías que el término «bug» tiene un origen muy literal? En 1947, Grace Hopper, una pionera de la computación, estaba trabajando en la computadora Harvard Mark II cuando el sistema falló. Al investigar, encontraron una polilla atrapada en un relé. Hopper anotó en el libro de registro: «primer caso real de bug encontrado». Pegaron la polilla en el libro de registro y escribieron debajo: «Bug de panel, cuidadosamente retirado del relé 70 del panel F».

Desde entonces, el término «bug» se popularizó para referirse a cualquier error en un programa de computadora. Aunque los errores de programación existían antes de este incidente, fue a partir de entonces que el término se generalizó en la industria. Hoy en día, la «depuración» (debugging) es una parte esencial del desarrollo de software, y los programadores pasan gran parte de su tiempo buscando y corrigiendo estos «insectos» digitales.

2. Tu smartphone es millones de veces más potente que la computadora que llevó al hombre a la Luna

Cuando Neil Armstrong pisó la Luna en 1969, fue gracias a una computadora llamada AGC (Apollo Guidance Computer). Esta máquina, considerada de vanguardia en su época, tenía unas especificaciones que hoy nos parecerían ridículamente bajas:

La AGC operaba a una velocidad de 2.048 MHz, tenía 4 KB de RAM y 72 KB de ROM. Para ponerlo en perspectiva, un smartphone moderno de gama media puede tener un procesador de 2.84 GHz (unas 1400 veces más rápido), 8 GB de RAM (2 millones de veces más) y 128 GB de almacenamiento (millones de veces más que la ROM de la AGC).

Pero lo más impresionante no son solo los números. Tu smartphone puede realizar tareas que serían inimaginables para los ingenieros de la NASA en 1969: videoconferencias, navegación GPS, reconocimiento facial, y mucho más. Todo esto en un dispositivo que cabe en tu bolsillo y pesa menos de 200 gramos, comparado con los 32 kg de la AGC.

Esta comparación no solo muestra el increíble avance de la tecnología en pocas décadas, sino que también es un testimonio del ingenio de los ingenieros de la NASA, que lograron hazañas increíbles con recursos que hoy consideraríamos extremadamente limitados.

3. Los emojis son en realidad un estándar internacional

Los emojis se han convertido en una parte fundamental de nuestra comunicación digital, pero pocos saben que están regulados por un consorcio internacional. El Unicode Consortium, una organización sin ánimo de lucro, es responsable de mantener el Estándar Unicode, que incluye la codificación de caracteres para casi todos los sistemas de escritura del mundo, incluyendo los emojis.

Cada emoji tiene un código único asignado por Unicode. Por ejemplo, el emoji del pulgar hacia arriba 👍 tiene el código U+1F44D. Este sistema asegura que cuando envías un emoji desde tu iPhone, tu amigo con un teléfono Android verá el mismo emoji (aunque el diseño exacto puede variar ligeramente entre plataformas).

El proceso para añadir nuevos emojis es sorprendentemente riguroso. Cualquiera puede proponer un nuevo emoji, pero debe pasar por un comité de selección que considera factores como la frecuencia de uso esperada, la distintividad visual y la relevancia cultural. Este proceso puede llevar años, y muchas propuestas son rechazadas.

Los emojis también reflejan cambios culturales. En los últimos años, se han añadido emojis más diversos en términos de tonos de piel, géneros y representaciones familiares. También se han introducido emojis relacionados con la inclusión, como el símbolo de la silla de ruedas o el perro guía.

4. La mayoría del software que usas es de código abierto

Cuando pensamos en software, a menudo imaginamos productos comerciales creados por grandes empresas tecnológicas. Sin embargo, gran parte del software que utilizamos a diario es de código abierto, lo que significa que su código fuente es público y cualquiera puede verlo, modificarlo y distribuirlo.

Linux, el sistema operativo que impulsa la mayoría de los servidores web del mundo y es la base de Android, es de código abierto. El navegador Mozilla Firefox, el sistema de gestión de contenidos WordPress (que impulsa más de un tercio de los sitios web del mundo), y el lenguaje de programación Python, ampliamente utilizado en ciencia de datos e inteligencia artificial, son todos proyectos de código abierto.

Incluso las grandes empresas tecnológicas contribuyen significativamente al código abierto. Google, por ejemplo, liberó TensorFlow, su biblioteca de aprendizaje automático. Microsoft, una vez considerada enemiga del código abierto, es ahora uno de los mayores contribuyentes a proyectos de código abierto en GitHub (plataforma que ahora posee).

El movimiento de código abierto ha transformado la industria del software, fomentando la colaboración global, acelerando la innovación y democratizando el acceso a herramientas de desarrollo poderosas.

5. Tu computadora desperdicia la mayor parte de su tiempo haciendo nada

Aunque nos parezca que nuestras computadoras están siempre ocupadas, la verdad es que pasan la mayor parte del tiempo sin hacer nada. Cuando tu computadora parece estar «pensando» o procesando algo, en realidad está alternando rápidamente entre trabajar y no hacer nada.

Los procesadores modernos operan a velocidades tan altas que pueden completar muchas tareas en microsegundos. Después de completar una tarea, el procesador entra en un estado de espera hasta que haya más trabajo que hacer. Este ciclo de trabajo y espera se repite constantemente.

Para ahorrar energía, los procesadores modernos tienen estados de «reposo» donde pueden reducir su consumo de energía cuando no están activos. Algunos procesadores pueden entrar y salir de estos estados de reposo miles de veces por segundo.

Esta aparente ineficiencia es en realidad una característica de diseño. Permite que tu computadora responda rápidamente cuando la necesitas, mientras ahorra energía cuando está inactiva. También permite que el sistema operativo divida el tiempo del procesador entre múltiples programas, dando la ilusión de que muchas cosas están sucediendo simultáneamente.

6. La «nube» es en realidad la tierra

Cuando hablamos de almacenamiento «en la nube» o servicios «basados en la nube», (puedes encontrar más información en este post sobre servidores cloud) puede dar la impresión de que nuestros datos están flotando en algún lugar etéreo. En realidad, la «nube» es una red masiva de centros de datos terrestres llenos de servidores físicos.

Estos centros de datos son instalaciones enormes, algunos del tamaño de varios campos de fútbol, llenos de filas y filas de servidores. Consumen cantidades enormes de electricidad, tanto para alimentar los servidores como para mantenerlos frescos. De hecho, se estima que los centros de datos son responsables de alrededor del 1% del consumo global de electricidad.

Las empresas tecnológicas invierten miles de millones en construir y mantener estos centros de datos. Google, por ejemplo, tiene más de 20 centros de datos en todo el mundo. Amazon Web Services, el mayor proveedor de servicios en la nube, opera en 26 regiones geográficas.

Estos centros de datos están diseñados para ser extremadamente seguros y resistentes. Muchos tienen generadores de respaldo, conexiones redundantes a internet y medidas de seguridad física dignas de instalaciones militares. Todo esto para asegurar que tus fotos, documentos y correos electrónicos estén siempre disponibles cuando los necesites.

7. Los videojuegos impulsan la innovación en computación

Aunque a menudo se les considera mero entretenimiento, los videojuegos han sido un motor importante de innovación en la computación. Muchos avances en gráficos por computadora, procesamiento paralelo e inteligencia artificial se han desarrollado o perfeccionado gracias a la industria de los videojuegos.

Las tarjetas gráficas, originalmente diseñadas para mejorar la experiencia de juego, ahora se utilizan en aplicaciones que van desde el diseño arquitectónico hasta el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. La tecnología de Ray Tracing, que permite crear gráficos ultrarrealistas en tiempo real, se desarrolló inicialmente para los juegos y ahora se utiliza en efectos visuales de cine y diseño de productos.

Los motores de juegos como Unreal Engine, originalmente creados para videojuegos, ahora se utilizan en la producción de cine y televisión, en visualizaciones arquitectónicas e incluso en simulaciones de entrenamiento para cirujanos y pilotos.

Además, la necesidad de crear personajes no jugadores (NPCs) más realistas e inteligentes ha impulsado la investigación en inteligencia artificial y aprendizaje automático. Técnicas como los árboles de comportamiento y el aprendizaje por refuerzo, comunes en la IA de los juegos, ahora se aplican en robótica y sistemas de toma de decisiones automatizados.

La industria de los videojuegos también ha sido pionera en nuevas formas de interacción humano-computadora. Tecnologías como los controles de movimiento (piensa en el Wii Remote) y la realidad virtual han encontrado aplicaciones más allá del entretenimiento, en campos como la rehabilitación médica y el entrenamiento militar.

En resumen, estos hechos curiosos muestran cómo la computación ha avanzado de formas sorprendentes y diversas. Desde el origen literal del primer «bug» hasta el poder inmenso de nuestros smartphones en comparación con las computadoras de la era lunar, vemos el rápido progreso tecnológico. Además, los emojis, el software de código abierto y los videojuegos son ejemplos de cómo la tecnología y la cultura se entrelazan, impulsando la innovación. Finalmente, conceptos como la «nube» y la eficiencia de los procesadores destacan cómo el mundo digital sigue evolucionando para hacer nuestras vidas más conectadas y eficientes.